Ese mismo año se comprometió a trabajar 12 meses en Timor Oriental, bajo mandato de Naciones Unidas. Luego le fue solicitado a España su continuidad de seis en seis meses. María aceptó tres peticiones, hasta completar dos años y medio.
Sin duda esta policía nacional es una mujer inquieta y valiente. Y tiene una marcada vocación de servicio, de sacrificio y de aportar lo mejor de sí donde las cosas están peor.
El uniforme, para ella, representa mucho más que un trabajo; también un compromiso.
En la capital de aquella media isla del sudeste asiático, dirigió la Unidad Nacional de Personas Vulnerables (maltrato a mujeres y niños, agresiones sexuales, tráfico de seres humanos, pederastia...). A su mando estuvieron un total de 31 agentes internacionales y 87 timorenses.
Echando la vista atrás, ella misma afirma que esta muy satisfecha por lo aportado, aunque reconoce que el joven país, está muy atrasado y ha avanzado muy poco. Afirma también, que el país sobrevive de la ayuda internacional, que recibe mucho dinero, pero a la gente le llega poco.
Silvi
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